domingo, 21 de marzo de 2010

Chile en el ojo de una poeta


MENOS CÓNDOR Y MÁS HUEMUL
(fragmento)

Nuestra Premio Nobel Gabriela Mistral reflexiona sobre el modo de ser de los chilenos.

Los chilenos tenemos en el cóndor y el huemul de nuestro escudo un símbolo expresivo como pocos y que consulta dos aspectos del espíritu: la fuerza y la gracia (...)Yo confieso mi escaso amor del cóndor, que, al fin, es solamente un hermoso buitre. (...)

Me quedo con ese ciervo, (...) del que yo diría a los niños, más o menos: "El huemul es una bestezuela sensible y menuda; tiene parentesco con la gacela, lo cual es estar emparentado con lo perfecto. Su fuerza está en su agilidad. Lo defiende la finura de sus sentidos: el oído delicado, el ojo de agua atenta, el olfato agudo. Él, como los ciervos, se salva a menudo sin combate, con la inteligencia, que se le vuelve un poder inefable. (...)

El huemul quiere decir la sensibilidad de una raza: sentidos finos, inteligencia vigilante, gracia. (...)
Mucho hemos lucido el cóndor en nuestros hechos, y yo estoy por que ahora luzcamos otras cosas que también tenemos, pero en las cuales no hemos hecho hincapié. Bueno es espigar en la historia de Chile los actos de hospitalidad, que son muchos; las acciones fraternas, que llenan páginas olvidadas. La predilección del cóndor sobre el huemul acaso nos haya hecho mucho daño. Costará sobreponer una cosa a la otra, pero eso se irá logrando poco a poco (...)

No importa la extinción de la fina bestia en tal zona geográfica; lo que importa es que el orden de la gacela haya existido y siga existiendo en la gente chilena.

Gabriela Mistral
El Mercurio, 11 de-julio de 1925
Santiago de Chile
En: Recados contando a Chile. Alfonso M. Escudero (comp.), Santiago de Chile, Ed. del Pacífico, 1957

Poesía chilena en el Centro-Lector

“La poesía revela este mundo; crea otro. Pan de los elegidos, alimento maldito. Aísla; une. Invitación al viaje; regreso a la tierra natal. Inspiración, respiración…” Octavio Paz.

Dentro del mundo de las letras, nuestro país destaca por la alta calidad de su poesía. A lo largo de generaciones, hemos visto como hombres y mujeres han expresado con belleza y maestría aquello que ven, sienten y piensan a través de la palabra.

Ofrecemos algunos de los títulos que puedes encontrar en el Centro-Lector.

Miguel Arteche Destierros y tinieblas
Efraín Barquero A deshora
Julio Barrenechea Diario morir
Alejandra Basualto Carmen Berenguer Territorio exclusivo
Claudio Bertoni Roberto Bolaño Naciste pintada
Eugenia Brito Elicura Chihuailaf Ni yo
Pablo De Rokha La universidad desconocida
Rosamel Del Valle Dónde vas
Mario Ferrero De sueños azules y contrasueños
Oscar Hahn Obras inéditas
Vicente Huidobro Crónicas de Nueva York
Alejandro Jodorowsky Poesía y pintura
Enrique Lihn Poemas de amor
Gonzalo Millán Claro/oscuro
Gabriela Mistral Cartas de amor
Jorge Montealegre Bien común
Rosabetty Muñoz Canto de una oveja del rebaño
Pablo Neruda Memorial de Isla Negra
Nicanor Parra Hojas de Parra
Roberto Parra Cuecas choras
Violeta Parra Volver a los 17
Nadia Prado Copyright
Armando Roa Vial Elogio de la melancolía
Gonzalo Rojas Antología de aire
Jorge Teillier Los dominios perdidos
Armando Uribe A peor vida
María Inés Zaldívar Artes y oficios
Raúl Zurita La vida nueva

Antología de la poesía chilena contemporánea
Antología de la poesía femenina chilena
Antología de la poesía religiosa chilena
Antología crítica de la poesía chilena
Antología crítica de la nueva poesía chilena




La (anti)poesía según dos grandes:

La montaña rusa Nicanor Parra
Durante medio siglo
La poesía fue
El paraíso del tonto solemne
Hasta que vine yo
Y me instalé con mi montaña rusa
Suban, si le parece.
Claro que yo no respondo si bajan
Echando sangre por boca y narices.





Arte poética Pablo Neruda
Entre sombra y espacio, entre guarniciones y doncellas,
dotado de corazón singular y sueños funestos,
precipitadamente pálido, marchito en la frente
y con luto de viudo furioso por cada día de vida,
ay, para cada agua invisible que bebo soñolientamente
y de todo sonido que acojo temblando,
tengo la misma sed ausente y la misma fiebre fría
un oído que nace, una angustia indirecta,
como si llegaran ladrones o fantasmas,
y en una cáscara de extensión fija y profunda,
como un camarero humillado, como una campana un poco ronca,
como un espejo viejo, como un olor de casa sola
en la que los huéspedes entran de noche perdidamente ebrios,
y hay un olor de ropa tirada al suelo, y una ausencia de flores
posiblemente de otro modo aún menos melancólico,
pero, la verdad, de pronto, el viento que azota mi pecho,
las noches de sustancia infinita caídas en mi dormitorio,
el ruido de un día que arde con sacrificio
me piden lo profético que hay en mí, con melancolía
y un golpe de objetos que llaman sin ser respondidos
hay, y un movimiento sin tregua, y un nombre confuso.

Alexis Yañez, payador de Lo Barnechea

“Improvisar es fácil, pero dejar algo en el otro, “decir” algo y hacerlo bien es muy difícil; para eso se requiere tiempo y preparación”

Para conocer a este joven payador de 28 años, subí hasta su casa en lo alto de una montaña en el sector del Arrayán. Allí, junto a su señora, conversamos sobre su experiencia como poeta popular, y no faltaron los cantos improvisados que demostraron su dedicación y talento.


¿Cómo te iniciaste en el mundo de la poesía popular?
Tengo entendido que tiene que ver con una tradición familiar.Sí, mi familia siempre ha vivido en el Arrayán y no soy el único que se dedica a esto. Yo conocí la paya y poesía popular gracias a mi abuelo, Custodio Gana; él era poeta y cantor a lo divino, por lo que escuchaba sus versos desde pequeño. A los doce años comencé hacer rimas, hasta que aprendí a hacer la décima, que es la métrica que usa el payador. Luego me enseñó a tocar guitarra, lo que me ayudó a mejorar la décima, porque se puede escribir, pero para improvisarla necesita ser cantada.


¿Hay otras personas o familias que también se dediquen a esto dentro de la comuna?
En estos momentos no somos muchos; hay un cantor a lo divino, don Facundo Rué, que vive en el sector de Las Lomas; él ha participado del canto a lo divino que organizamos todos los años en diciembre con el fin de preservar el canto propio del sector, porque aquí había muchos cantores y poetas y de un día para otro se perdieron. Creo que hay que cultivar el arte de la comuna; siempre estoy participando de cantos a lo divino en diferentes lugares fuera de Santiago (Codegua, Aculeo) y también asisto a encuentros de payadores.


Entonces tu obra está muy ligada a la necesidad de rescatar y promover la poesía popular de Lo Barnechea.
Sí, de hecho, cuando participo en los encuentros, siempre digo de dónde soy; me gusta decir que soy del Arrayán, de Lo Barnechea, por lo que ya todos saben que soy de aquí. Me interesa llevar el nombre de mi comuna fuera de Santiago, y mostrarla como un sector que es una reserva cultural, donde hay gente campesina, huasos, arrieros, poetas, grupos folklóricos. Me gusta mostrar que aquí hay cordillera, campo, difundir nuestra comuna. La gente debe saber que Barnechea se formó gracias el trabajo de la minería y de los arrieros.


Cuéntanos de qué se trata la paya, tengo entendido que tiene ciertas reglas y dinámicas específicas.
Claro, un payador no puede hacer una paya solo; si me pongo a cantar ahora no estoy “payando”, estoy improvisando, porque la palabra paya viene del aymara payo, que significa dos. Tienen que haber dos payadores o más para que haya paya. Hay diferentes formas de hacer la paya: en el “banquillo”, por ejemplo, el payador se sienta en un banquillo imaginario y se le bombardea con preguntas que el tiene que responder; “hasta agotar la rima”, hay una rueda de payadores que van agotando la rima hasta que se acaba y el que pierde va saliendo de la rueda. También esta el “pie forzado”, donde el público da frases para que el payador termine la décima con esa frase. Cuando en la televisión vemos que van a payar, en realidad no son payadores; uno lo nota porque un payador nunca usará una muletilla como “Ay sí”, como lo hacen generalmente en la tele; el payador trata de evitar las muletillas o de rellenar con algo, busca las palabras adecuadas y cuando canta, siempre tiene que decir algo, dejar algo, y por supuesto, hay una métrica que se respeta, que es el octosílabo y la décima.


¿De qué se trata el canto a lo divino y el canto a lo humano?
El canto a lo divino va dirigido a Dios o a los santos y tiene fundamentos bíblicos; se puede hacer un verso de cualquier párrafo de la Biblia. El canto a lo humano está dividido por distintos temas, se puede por ejemplo cantar por amor, por ponderación - donde se magnifican las cosas- por mentiras, travesuras.



¿Y tú en qué “categoría” te sitúas o te sientes más cómodo?
Yo me describo como cantor a lo divino, poeta popular y payador. El canto a lo divino canta versos a lo divino, el poeta hace versos y el payador improvisa los versos. En el canto a lo divino canto mis propios versos, y muchas veces también recojo versos de antiguos poetas; aquí está prohibido improvisar porque hay un respeto, es un ritual que se rige exclusivamente por el texto bíblico y por lo tanto requiere un estudio profundo de la Biblia. La idea es transmitir aquello que uno considera importante o significativo de esa lectura; no se trata sólo de relatar una historia, sino de transmitir su sentido. Al improvisar, en cambio, uno empieza a hacer una décima y no se sabe cómo va a terminar, ésa es la diferencia fundamental. Cuando se hace un verso a lo humano, uno se olvida un poco del respeto, pero también se debe hacer con calidad. A mi me gusta mucho el canto a lo divino, pero la paya también me atrae mucho y estoy constantemente intentando mejorar.


Con respecto a la larga tradición de la poesía popular, ¿Por qué crees que la paya aún se mantiene vigente?
La paya atrae mucho porque implica un desafío, es una competencia, aunque ahora es distinto a como se daba antiguamente, hay otra relación entre payadores, muy diferente a la que se dio, por ejemplo, con el contrapunto entre el mulato Taguada y Javier De la rosa, que supuestamente duró varios días y finalmente el mulato se suicidó. Ahora hay una relación más amistosa y existe un gran respeto por el otro; uno respeta al payador que es más antiguo, no se le ataca si está cayendo, sino que se le eleva y celebra. Hay excepciones donde el payador quiere derrotar a su compañero y esto es válido cuando ambos son muy buenos y quieren medir fuerzas, pero por ningún motivo quedarán enemistados, sino que se creará un lazo más fuerte.


¿A qué payadores más antiguos admiras?
De los más antiguos admiro a Raimundo Madariaga, payador de Cartagena que canta a lo divino. También respeto mucho a Francisco Astorga, por su trayectoria, su capacidad de improvisación; él ha sido un maestro para varios cantores jóvenes; a mi me ayudó mucho en el tema del canto a lo divino.


LA IMPROVISACIÓN
Alexis me sugirió proponerle un “pie forzado” para improvisar con su guitarrón. Le dicté la frase “amor a la lectura” y en cuestión de segundos compuso esta décima:
Al cantar con alegríaAl cantar con alegría Yo entrego mi tradiciónTocando mi guitarrón Cultivando poesíaY la juventud de hoy díaPor las épocas futuras Hay que mostrar la cultura Para cumplir nuestras metasCultivamos los poetasel amor a la lectura


¿Cómo lo conociste y de qué manera te insertaste dentro del resto de payadores chilenos?
Mi abuelo me enseñó mucho, pero no me podía llevar a las ruedas de canto porque aquí los cantores se perdían -al no ser propietarios de sus terrenos se fueron y los más antiguos fueron muriendo- y no quedaron cantores. Mi abuelo no tenía con quién cantar ni compartir, él mismo me contó que por ese motivo dejó de escribir. Yo también estaba encerrado acá, cantaba mis versos, pero no podía mostrarlos o improvisar con alguien más, hasta que me llamaron del taller de Manuel Sánchez, quien me invitó a aprender el guitarrón y así se me fueron abriendo puertas. Un día decidí ir a cantar a lo divino a Lourdes, fui solo, sin conocer a nadie, y fue ahí donde me acogió Pancho Astorga. En general, los cantores a lo divino son muy hermanables, así que todos me recibieron muy bien. Astorga me hizo cantar con él, y a partir de entonces me ha ido guiando; me invita siempre a cantar o a payar.



¿Hay mujeres dentro de este circuito?
Personalmente, conozco a dos mujeres que se manejan bastante bien, la hermana de Francisco Astorga, Cecilia Astorga, y Myriam Arancibia, su esposa. Ambas son muy buenas payadoras, ¡incluso mejor que varios hombres!



EL GUITARRÓN
El cantor me cuenta que el guitarrón es un instrumento único en el mundo y fue creado en Chile. De gran delicadeza y complejidad, consta de 25 cuerdas, y está hecho para el canto a lo poeta. Según Yánez, cada elemento tiene sentido con respecto al canto mismo:
21 clavijasque representan las 21 entonaciones del canto a lo poeta
4 cuerdas que se llaman “diablitos” que representan la cuarteta del verso.
5 ordenanzas, agrupación de cuerdas que representan las 5 décimas del verso
2 Puñales símbolo de la batallas del payador.
“Este guitarrón se lo encargué a Anselmo Jaramillo, quien se dedica a hacer este tipo de instrumentos que son bastante difíciles de conseguir.”


Alexis tiene una hija de 8 años, Moira, a la que también le gusta mucho la poesía popular y está interesada en aprender.
Su señora, Rocío Gutiérrez, prefiere acompañarlo y apoyarlo en esta labor artística a la que “uno no se puede dedicar ciento por ciento, ya que el trabajo o los estudios lo impiden y es lamentable, porque así se pierden muchos talentos”.
También nos cuenta que los encuentros de payadores nacionales son esporádicos y son organizados por los mismos artistas, por lo que a veces resulta difícil conseguir los teatros y lo necesario para realizar una buena presentación.
Sin embargo, esto no le impide a Alexis seguir creando, con el talento y la dedicación de un verdadero artista.



Bernardita Bravo P.

Literatura y viajes


“Un libro, como un viaje, se comienza con inquietud y se termina con melancolía”.
José Vasconcelos.

Los hay de varios tipos: viajes de placer o por trabajo; para olvidar o para descubrir. Hay viajes “físicos” -nos trasladamos a otro lugar y de pronto todos los sentidos se agudizan- y viajes “internos” que modifican nuestra manera de vivir. A simple vista, puede que en nosotros nada cambie con un viaje, pero no hay duda de que después de él, ya no somos los mismos. En el Centro-Lector encontrarás novelas, cuentos y poesía relacionados al viaje.


“A quienes me preguntan la razón de mis viajes les contesto que sé bien de qué huyo pero ignoro lo que busco”.
Michael de Montaigne .


Área Adultos
La carretera Cormac Mc Carthy

En el camino Jack Kerouac
El viajero del siglo Andrés Neuman
El placer del viajero Ian Mc Ewan
Las hojas que caen Adelina Yen Mah
El viaje vertical Enrique Vila Matas
Tokio ya no nos quiere Ray Loriga
Viaje al fin de la noche Louis Ferdinand
El afinador de pianosAltazor Daniel Mason
Las isla de la pasión Vicente Huidobro
El corazón de piedra verde Laura Restrepo
Diario de mi residencia en Chile Salvador de Madariaga
El paraíso en la otra esquina Mario Vargas Llosa


“Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos”.
Fernando Pessoa.
Fotos: Catalina Le-Bert y Valentina Bravo

“He descubierto que no hay forma más segura de saber si amas u odias a alguien que hacer un viaje con él”.
Mark Twain.

La voz de la infancia

Existe una gran variedad de novelas y relatos que utilizan narradores niños, un interesante recurso que maneja de otra manera conceptos e imaginarios.


Con la creación de este “artificio” –el habla infantil en manos de un autor adulto-, se trasgreden una serie de convenciones culturales para recrear un universo infantil que sirve como denuncia y reflejo de las experiencias individuales y colectivas.

El área de Adultos cuenta con una interesante colección donde podrás descubrir por qué y en qué situaciones hablan los niños, cuál es el deseo del autor adulto tras esta opción narrativa y qué función cumple la infancia en cuanto a la formación de nuestra identidad. Aquí te proponemos algunos de ellos:


El curioso incidente del perro a medianoche, Mark Haddon

Novela que no se parece a ninguna otra. Elogiada con entusiasmo por autores consagrados como Oliver Sacks e Ian McEwan, ha merecido la aprobación masiva de los lectores en todos los países donde se ha publicado, además de galardones como el Premio Whitbread y el Premio de la Commonwealth al Mejor Primer Libro. Su protagonista, Christopher Boone, es uno de los más originales que han surgido en el panorama de la narrativa internacional en los últimos años, y está destinado a convertirse en un héroe literario universal de la talla de Oliver Twist y Holden Caulfield.

El gran cuaderno, Agota Kristof


Los protagonistas de esta fábula sobre la deshumanización son dos hermanos gemelos cuya madre los deja durante la guerra al cuidado de una abuela malvada. Sin hacer valoraciones, sin registrar nada más que hechos e impresiones sensoriales, los dos niños, que se comportan como uno solo, van dando cuenta del cruel y voluntario proceso que los va despojando de las miserias y grandezas humanas –el dolor, el hambre, la compasión, el amor…- para sobrevivir en un mundo crudo y violento.

Otros Títulos:
Libro.......................................... Autor
El niño con el pijama a rayas ......John Boyne
Tiempo que ladra .........................Ana María Del Río
EL tambor de hojalata.................. Günter Grass
Las cenizas de Ángela .................Frank Mc Court
Biografía del hambre ....................Amelie Nothomb
La nieta del señor Lihn .................Philippe Claudel
Canciones de los niños muertos ...Toby Litt
Cuentos reunidos .........................Clarice Lispector
Dos niñas vestidas de azul ...........Mary Hidggins Clark
Una cuestión personal ..................Kenzaburo Oé
Niños en el tiempo ........................Ian McEwan

El libro de la selva

El Centro-Lector llevó a 420 alumnos de educación básica de los colegios Estados Americanos, San José y Diego Aracena a una función especial de la obra “El libro de la selva” en la carpa teatro del Parque Araucano.

La compañía de teatro “Vasco Moulián”, responsable del montaje, ofreció una función donde los estudiantes de Lo Barnechea fueron los invitados de honor para disfrutar de esta adaptación inspirada en la novela del mismo nombre de Rudyard Kipling.

El montaje rescata la historia de Mowgly, un niño criado en la selva que busca su identidad entre osos, elefantes, buitres, tigres y leopardos. Un gran elenco de actores, música en vivo y animales representados por grandes muñecos animados hicieron que este espectáculo fascinara a niños y jóvenes.

Entrevista a Alberto Montt: ilustrador chileno

Alberto Montt creció con el humor de Gary Larson y Quino, renombrados humoristas gráficos, quienes le aportaron un punto de vista refrescante y sorprendente en su formación como ilustrador. Integrante del colectivo Siete Rayas, actualmente trabaja en varias editoriales y medios de difusión gráficas. Ha ilustrado numerosos libros infantiles, de los cuales “Sueño Azul” (Pehuén Editores) es el más reciente. Entre sus últimas publicaciones también destacan el libro de cocina “Recetas al pie de la letra” (Ediciones B) junto a Pilar Hurtado y “Parafilias, pequeño catálogo ilustrado” (Ediciones B), del que Marco Antonio de la Parra afirmó: “A algunos se les arrancará una carcajada, otros registrarán un secreto escalofrío; este libro no tiene términos medios”.


¿Cómo te nutres para hacer referencia a la iconografía de los pueblos originarios?

Hoy en día no hay información a la que uno no pueda tener acceso, aunque se necesite saber algo muy específico. Solamente hay que saber buscar. Además, procuro echarle mano a cuanto libro pueda.


De los mitos y relatos que has ilustrado sobre los pueblos de nuestra tierra ¿Con cuál te quedas y por qué?

Txeg Txeg y Kay Kay. Me encantan los mitos que tienen que ver con la creación del mundo.




¿Qué influencias de otros artistas consideras significativas en tu trabajo como ilustrador?

Trato de tener la cabeza abierta. Nutrirme de todo y todos. Desde los ilustradores hasta los cantantes cuyas obras me encuentro en el camino. Es difícil poner el dedo sobre un elemento específico, porque siempre trato de nutrirme sin hacer los procesos demasiado conscientes, así me aseguro de mezclar bien los ingredientes antes de tirarlos al papel de vuelta.


¿De qué manera funciona el trabajo con el autor del texto escrito para que ambos textos (imagen y escritura) dialoguen pero a la vez funcionen independientemente?

Es importante entender que la historia va mucho más allá del texto escrito, y que cada personaje tiene una historia previa y posterior al cuento que uno está ilustrando. Además, es necesario aportar con elementos visuales que ayuden al lector a hacerse una idea más completa o complementar lo que el texto dice literalmente. Es algo así como un juego de pistas visuales que corre paralelo al cuento.


Cuéntanos cómo fue el trabajo en “Sueño azul” con Elicura Chihuailaf y María de los Ángeles Vargas, quien también ilustró el libro.

Con Elicura no trabajé directamente, lo cual fue muy bueno porque me permitió aportar desde lo visual sin tener el peso de las imágenes que el autor podría tener preconcebidas. Ángeles fue una pieza fundamental, porque tiene una visión de diseñadora y diagramadora que fue clave a la hora de planificar el libro página a página y al mismo tiempo como conjunto. Además es ilustradora, entonces solíamos pasarnos las ilustraciones mutuamente para ver qué aportes podría tener cada uno sobre las imágenes.


¿Qué importancia le otorgas al libro álbum en la literatura infantil y en la literatura en general, considerando que muchos libro álbum son leídos por niños, jóvenes y adultos?

Creo que el mayor aporte es el de entregar al niño un conjunto de valores estéticos y acercarlo a la plástica y la sensibilidad artística. De esta forma se entregan recursos retóricos a los niños, ampliando sus capacidades cognitivas y de interpretación abstracta.


Cuéntanos de tus proyectos más recientes tanto en el mundo de la literatura infantil como en otras áreas, ya que tu trabajo no sólo se remite a crear ilustraciones infantiles.

No hago demasiadas distinciones entre lo infantil y lo "adulto"; creo que mis trabajos, desde el punto de vista estético, apuntan transversalmente a todas las edades. Y el contenido responde a búsquedas individuales y a las necesidades específicas de esas búsquedas en las que me encuentre en tal o cual momento. Trato de que los proyectos en los que me involucro exploren alguna parte de mis curiosidades personales. Es por esto que trabajo literatura infantil, humor gráfico, publicidad o gráfica erótica.

Para saber más sobre la obra de Alberto Montt:

http://www.dosisdiarias.com/

http://http://www.sieterayas.cl/